Lubich. Clara
   [971] (n. 1920)

 
   
 

 
       Fundadora del Movimiento "La Obra de María" en 1943. Después de la guerra mundial quiso, desde Trento de donde era natural, originar un movimiento cristiano para fomentar el amor entre los hom­bres y entre los pueblos.
 ­  Proclamó la importancia de la juventud y la misión de los seglares en la Iglesia de Jesús, que es comunidad de amor y no simple sociedad reli­giosa.
   Sus hogares de amistad dieron nombre a su movimiento, "los foco­larinos", que llevan por lema e ideal vivir el amor en el trabajo, en la familia y en el lugar de diversión y ocio.
   Nació en 1920, el 22 Enero, en Trento de una familia de pequeños co­mercian­tes. Asistió a la escuela local. Hizo sus  estudios en la Escuela Normal de la ciudad. Ob­tuvo el título de Maestra.
   En 1938 estaba encargada de una es­cuela en la locali­dad montañosa de Castello, en la zona rural. Luego fue enviada a Val di Sole, en Varollo du Livo. En am­bos pue­blos traba­jó con los jóvenes y animó la Acción Católica.
   En 1939, en un viaje a Loreto y en oración junto a la "casa milagrosa" que allí se venera, intuyó su misión de animadora de los jóvenes al amor. Se hizo Terciaria franciscana y comenzó sus estudios de Universidad.
   En 1943 hizo voto privado de castidad y organizó en Tornadico un grupo de vida comunitaria entre sus compañeras.
   En 1944, en medio de los bombardeos que afectaron a Trento, nació el primer "focolar". Su familia tuvo que huir de Trento, pero ella se quedó con sus compañeras.
   En 1947 recibió la aprobación del Obispo de Trento a su movimiento secu­lar de acción eclesial. Al año siguiente organizó una rama masculina de su obra y los dos grupos se trasladaron a vivir a Roma para hacer universal la idea.
   En 1950 había ya focolares en Florencia y Milán y se demandaban de otros lugares. En 1956 se inició en el grupo la sección de los "Voluntarios de Dios". Comenzó a salir la revista del movimiento, con el título de "Ciudad Nueva". Visitó Jerusalén. Editó su primer libro: "Meditaciones", de los 30 que fueron saliendo con sus consignas y mensajes.
   Desde 1958, en que se establecen ya en Suramérica, las reuniones multitudinarias de Roma y recibieron el nombre de Mariápolis.  En 1960 abrió en Roma el "Centro Uno", para fomentar el ecumenismo y las relaciones con los luteranos de modo especial.
   En 1962 recibió la aprobación oficial de Juan XXIII, que lo reconoció movimiento seglar, con el nombre de "Obra de María". Desde 1963 se comprometió a fondo con el Concilio Vaticano II y orientó el movimiento hacia el trabajo por la unidad eclesial.
   Los dos grupos, como Asociaciones pías seculares de Iglesia, recibieron la aprobación definitiva de Pablo VI el 27 de Octubre de 1965. Ellos apoyaron una serie de movimientos, en Italia sobre todo, como "Familia nueva", "Parroquia Nueva", "Nueva Humanidad", "Movimiento Sacerdotal", "Movimiento GEN" (Generación nueva). Este último grupo pro­movió y divulgó un interesante plan de formación cristiana en la línea del amor al prójimo y del ecumenismo.
   Entre sus muchos libros merecen especial recuerdo: "Las Meditaciones", "María, corazón de la humanidad", "Saber perder", "Palabra de vida", "La caridad como ideal", "Que todos sean uno", " Ser tu Palabra", "Palabras para vivir".